April 20, 2012

Un hombre se sentó en una estación de metro en Washington DC y comenzó a tocar el violín, era una fría mañana de enero. Jugó seis piezas de Bach durante unos.. 45 minutos. Durante ese tiempo, ya que era hora punta, se calcula que 1.100 personas pasaron por la estación, la mayoría de ellos, en su camino al trabajo.

Tres minutos pasaron, y un hombre de mediana edad se dio cuenta de que había un músico que tocaba. Se aminoró el paso y se detuvo por unos segundos, y luego se apresuró a cumplir con su horario.

Un minuto más tarde, el violinista recibió su primer dólar de propina: una mujer arrojó el dinero en la caja y sin parar, siguió caminando.

Unos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escucharle, pero el hombre miró su reloj y comenzó a caminar de nuevo. Es evidente que se le hizo tarde para el trabajo.

El que paga la mayor atención fue un niño de 3 años. Su madre se apresuró, pero el chico se detuvo a mirar al violinista. Por último, la madre empuja duro, y el niño siguió caminando, volviendo la cabeza todo el tiempo. Esta acción fue repetida por varios otros niños. Todos los padres, sin excepción, los forzaron a seguir adelante.

En los 45 minutos que el músico tocó, solo 6 personas se detuvieron y permanecieron por un tiempo. Alrededor del 20% le dieron dinero, pero siguieron caminando a su ritmo normal. Recaudó $32. Cuando terminó de tocar y el silencio se hizo, nadie se dio cuenta. Nadie aplaudió, ni hubo reconocimiento alguno.

Nadie lo sabía, pero el violinista era Joshua Bell, uno de los músicos más talentosos del mundo. Él había jugado sólo una de las piezas más complejas jamás escritas, en un violín por valor de 3,5 millones de dólares.

Dos días antes de tocar en el metro, Joshua Bell agotó un teatro en Boston, donde los asientos oscilaban los $100.

Esta es una historia real. Joshua Bell tocando de incógnito en la estación de metro, fue organizada por el diario The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de las personas. Las líneas generales fueron las siguientes: en un entorno común a una hora inapropiada, ¿percibimos la belleza? ¿nos detenemos a apreciarla?

La conclusión de esto es, que si no tenemos un momento para detenernos y escuchar a uno de los mejores músicos del mundo tocando la mejor música jamás escrita, ¿cuántas cosas nos estamos perdiendo?

April 10, 2012

te lo prometo